Una empresa de EEUU busca construir "estaciones de servicio" espaciales
Una empresa estadounidense quiere construir las primeras "estaciones de servicio" espaciales, con la esperanza de que su tecnología de reabastecimiento de combustible haga más sostenible y rentable la creciente industria de los satélites.
"Si se pueden repostar los satélites en órbita, entonces ya no habrá que abandonarlos" y desintegrarlos al volver a entrar en la atmósfera terrestre, dice a la AFP Daniel Faber, director ejecutivo de Orbit Fab, fundada en 2018.
"Hoy son bienes desechables, lo cual es una locura porque pueden ser muy caros", señaló, en la cita anual de la industria espacial en Colorado Springs, oeste de Estados Unidos.
Los satélites utilizan paneles solares para suministrar electricidad a las radios, cámaras y demás equipos. Pero la electricidad no sirve para impulsar un satélite, que para desplazarse debe llevar consigo un propulsor.
Y como en el espacio "todo está constantemente a la deriva, y muy rápido" hay que reajustar la posición todo el tiempo, lo que significa seguir consumiendo ese propulsor, explica Faber.
Por ahora, la vida de los satélites está limitada al combustible que pueden transportar.
Pero Orbit Fab prevé poner en órbita grandes tanques, cada uno con varias toneladas de combustible, y que luego embarcaciones más pequeñas y más fáciles de maniobrar se trasladen de un lado a otro entre los tanques y los satélites, como los empleados de una estación de servicio en el espacio.
Faber es sincero cuando se le pregunta cuáles son los riesgos de operar un sistema así: "Todo lo que se pueda imaginar".
Pero gracias a numerosas pruebas en la Tierra y en el espacio "será seguro", promete este empresario, ahora estadounidense pero que creció en una granja en Tasmania, Australia.
- Tanques y transbordadores -
Faber dice que ya se están diseñando entre 200 y 250 satélites para utilizar el sistema de su empresa.
Orbit Fab, que emplea a unas 60 personas y busca contratar a 25 más, ya ha puesto en órbita un tanque y planea realizar pruebas de transferencia de combustible.
En 2019, probó la viabilidad del sistema con ensayos de transferencia de agua en la Estación Espacial Internacional (EEI).
"Nuestro primer contrato con el gobierno estadounidense es entregar combustible en 2025" a los satélites de la Fuerza Espacial, dice Faber.
En total, Orbit Fab prevé lanzar dos transbordadores de combustible a la órbita geoestacionaria (a unos 36.000 km de altitud), donde se ubican los grandes satélites de telecomunicaciones.
Al encontrarse en un solo plano alrededor del ecuador, podemos viajar fácilmente alrededor de esa órbita, explica Faber.
Los satélites en órbita terrestre baja tienen trayectorias variadas y, por lo tanto, se requerirán más transbordadores, apunta.
- Grúas espaciales -
Entre 2022 y 2031 está previsto el lanzamiento de unos 24.500 satélites, según la consultora Euroconsult.
El reabastecimiento de combustible en órbita permitirá algo clave en los lanzamientos: aliviar el peso, haciendo posible misiones hasta ahora inviables. Pero, sobre todo, permitirá alargar la vida de los satélites, haciéndolos más rentables a largo plazo.
Según Faber, unas 130 empresas están apostando al nicho de los servicios de satélites en órbita.
Están, por ejemplo, las de "grúas espaciales", que permiten reparar satélites en caso de problemas en vuelo (paneles solares mal desplegados, antenas mal orientadas, etc.).
Orbit Fab, que recientemente anunció la recaudación de 28,5 millones de dólares, se está desarrollando "en simbiosis" con estas nuevas empresas, dice Faber.
También necesitarán repostar y podrían a cambio "ofrecer servicios que necesitaremos, como reparar nuestros transbordadores", añade.
Ya se llegó a un acuerdo para repostar naves de Astroscale, una empresa japonesa que busca limpiar los desechos espaciales, entre otros servicios.
En el futuro, Orbit Fab planea servir estaciones espaciales privadas actualmente en desarrollo.
Y tiene la mira en la Luna. Cuando se vaya a explotar la superficie lunar (por ejemplo, su agua helada), "nos gustaría transformar estas sustancias en combustible", en lugar de transportarlo desde la Tierra, explica Faber.
"De momento no hay nada ahí, pero en 5, 10, 20 años habrá cambiado por completo", asegura.
N.Tornincasa--IM