Cientos de personas lloran la muerte de la hija de un nacionalista ruso
Cientos de personas se congregaron el martes en Moscú para el funeral de Daria Duguina, hija de un destacado intelectual ultranacionalista ruso, asesinada en un atentado con bomba, que Rusia atribuye a Ucrania.
Ucrania niega cualquier responsabilidad en la muerte de Duguina y rechaza la acusación rusa.
Alexander Duguin, un defensor de la invasión de Ucrania que dice ser cercano al presidente ruso Vladimir Putin, podría haber sido el blanco intencional del ataque que mató a su hija de 29 años.
Los dolientes, muchos de ellos con flores, ofrecieron sus respetos a Duguina en un salón del centro Ostankino TV de Moscú, donde un retrato suyo en blanco y negro se colocó sobre su féretro abierto.
Duguin y su esposa, ambos vestidos de negro, se sentaron junto al ataúd de su hija.
"Ella murió por el pueblo, por Rusia, en el frente. El frente es aquí", expresó Duguin al inicio de la ceremonia.
Duguina murió el sábado al estallar una bomba instalada en su vehículo mientras conducía en una autopista en las afueras de Moscú.
Rusia afirma que los servicios de inteligencia ucranianos son responsable del ataque, algo que Kiev rechaza.
Dugin, de 60 años, se dio a conocer en los años 1990 en el caos intelectual que surgió tras la disolución de la Unión Soviética.
Había sido un disidente anticomunista en los últimos años de la URSS.
El intelectual de frondosa barba y aires de profeta asegura tener influencia ideológica sobre Putin.
El gobernante ruso se ha vuelto cada vez más hostil hacia Occidente y algunos consideran que Duguin tiene algo de responsabilidad en esto, llamándolo el "Rasputín de Putin o "el cerebro de Putin".
Putin nunca lo apoyó públicamente, pero el lunes el Kremlin divulgó un mensaje de pésame del presidente, en el cual denunció el "vil crimen" que mató a Duguina.
Duguina también era una figura mediática en televisiones pro-Kremlin, como Russia Today y Tsargrad.
V.Barbieri--IM