La ultraderecha francesa denuncia una "voluntad" judicial de apartar a su líder Le Pen de la vida política
La ultraderecha francesa cargó este jueves contra la fiscalía que pidió condenar a su líder Marine Le Pen por malversación de fondos públicos, una condena que, más allá de la prisión, podría impedirle optar a la presidencia de Francia en 2027.
"¿En qué país viviríamos si impidiéramos que la principal política, la más popular en los sondeos, Marine Le Pen (...) pudiera presentarse?", criticó Sébastien Chenu, diputado de su partido Agrupación Nacional (RN).
El miércoles, la fiscalía pidió 5 años de cárcel, dos de obligado cumplimiento, y cinco de inhabilitación contra la política de 56 años, y reclamó además la ejecución provisional de la pena, en caso de eventuales recursos.
Un tribunal de París juzga hasta fines de noviembre a Le Pen, a su partido y a otras 24 personas por presuntamente pagar con dinero del Parlamento Europeo a empleados de su formación entre 2004 y 2016. La sentencia se espera a inicios de 2025.
Al grito de "¡Apoyen a Marine! ¡Defiendan la democracia!", su partido lanzó el jueves una petición en la red social X denunciando "un intento de eliminar la voz de la oposición real" y de "saltarse el proceso democrático".
A dos años y medio de la próxima presidencial, el ministerio público manifiesta "una voluntad de privar a los franceses de la capacidad de votar por quien quieran", dijo el miércoles Le Pen, en posición de fuerza en los sondeos.
Además de la extrema derecha, el pedido de la fiscalía también recibió críticas del exministro del Interior del presidente Emmanuel Macron, Gérald Darmanin, quien estimó que el tribunal no puede condenar a Le Pen "electoralmente".
- Porvenir de Francia -
Más allá del impacto en los acusados, la decisión judicial podría afectar al futuro político de Francia, donde cobra fuerza la idea de que la extrema derecha apoye censurar al actual gobierno, que carece de mayoría absoluta.
"¿Votaremos a favor de una moción de censura? Ya veremos", dijo Chenu sobre esta posibilidad que su partido había descartado por el momento, si bien rechazó "un vínculo directo" con la decisión judicial.
Francia vive un período de incertidumbre política. El partido de Le Pen ganó en junio las elecciones al Parlamento Europeo, con la estrella ultraderechista Jordan Bardella, de 29 años, como cabeza de lista.
Su victoria provocó que Macron convocara elecciones anticipadas en Francia, que dejaron una Asamblea Nacional (cámara baja) dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha y extrema derecha.
Un acuerdo entre la alianza centroderechista de Macron y el partido conservador Los Republicanos (LR) permitió nombrar un nuevo gobierno, con el conservador Michel Barnier al frente, pero sin mayoría absoluta.
Aunque este gobierno ya superó una moción de censura presentada por la izquierda, gracias a que el RN no la apoyó, sigue bajo presión de poder caer antes de una eventual nueva disolución --posible a partir de julio de 2025--.
Pero todos los partidos ya tienen las miradas puestas en la presidencial de 2027, a la que Macron no podrá presentarse. Algunos sondeos a inicios de 2024 dieron incluso ganadora a Le Pen en la segunda vuelta.
"Puedo ver las sonrisas, dientes afilarse diciendo 'Ah, si pudiéramos deshacernos de Marine'. La mala noticia para ellos es que (...) no podrán librarse de Jordan. Y estoy encantada con ello", dijo la ultraderechista el martes por la noche.
El joven presidente de RN acaba de registrar un éxito comercial con la venta en tres días de 25.000 ejemplares de su primer libro, según su entorno, tras criticar la prohibición de su campaña publicitaria en estaciones de tren.
R.Marconi--IM