Un año después del histórico compromiso contra los combustibles fósiles, el mundo sigue esperando
Un año después de que los líderes mundiales emitieran un histórico llamamiento para comprometerse a abandonar los combustibles fósiles, las naciones no logran convertir esa promesa en acción, según observadores.
La gran cita anual de la lucha contra el cambio climático, la COP29, se abre dentro de una semana en Bakú, capital de Azerbaiyán, un país exportador de hidrocarburos.
A pesar de que el acuerdo climático del año pasado pedía por primera vez a los países iniciar una "transición de los combustibles fósiles", las principales economías aún están planificando expansiones de petróleo y gas para las próximas décadas.
La tecnología renovable, como la solar y la eólica, se está implementando a una velocidad vertiginosa, pero no lo suficientemente rápido para dejar de quemar más petróleo, carbón y gas, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE) en octubre.
Las emisiones globales, causadas principalmente por los combustibles fósiles, están en niveles récord, lo que eleva las concentraciones de gases de efecto invernadero a niveles sin precedentes, informaron dos agencias de la ONU.
Desde la firma del histórico pacto de la COP28 en Dubái, "los líderes han estado luchando para convertir esos compromisos en realidad", dijo Katrine Petersen del grupo de reflexión E3G.
"Ha habido un cierto vacío de liderazgo político en algunos de estos temas... y una tendencia potencialmente preocupante de que este histórico paquete energético se vaya desvaneciendo de las agendas políticas de los líderes".
Los países amenazados por desastres climáticos "esperaban en vano asistir al fuerte descenso en la producción de combustibles fósiles que se prometió", dijo Pa'olelei Luteru, un diplomático de Samoa.
"Decir algo es una cosa, pero realmente comprometerse es otra muy distinta", critica Luteru, que preside la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS).
- "Apoyo en retroceso" -
Papúa Nueva Guinea, una nación del Pacífico vulnerable a los impactos climáticos, dice que está "harta de la retórica" y boicotea las conversaciones de este año lideradas por la ONU en Azerbaiyán.
El coordinador principal de AOSIS, Toiata Uili, expresó su preocupación por el "apoyo político en retroceso" para compromisos rigurosos contra los combustibles fósiles, pero advirtió que no permitirán que los países más grandes se liberen de sus responsabilidades.
El negociador principal de Azerbaiyán, Yalchin Rafiyev, reconoció que muchos países quieren "pasos claros" en la COP29 para mostrar avances en los compromisos de Dubái.
Pero la resistencia de las naciones ricas en petróleo es fuerte, dijo un diplomático occidental.
Algunos de estos países percibieron que su compromiso en Dubái fue excesivo, y se muestran muy reacios a aceptar más compromisos sobre combustibles fósiles, añadió el diplomático.
Azerbaiyán ha sido acusado de mostrarse reticente a priorizar los combustibles fósiles durante las conversaciones climáticas para proteger sus propios intereses en petróleo y gas.
El anfitrión de la COP29 lo niega, y afirma que su enfoque durante la conferencia del 11 al 22 de noviembre será finalizar un controvertido acuerdo para aumentar la financiación climática.
- Una tímida transición -
A pesar de los obstáculos políticos, hay señales de que la transición está comenzando.
En octubre, la AIE informó que la tecnología limpia estaba atrayendo el doble de inversión que los combustibles fósiles y que para 2030, la mitad de la electricidad mundial provendría de fuentes de bajas emisiones de carbono.
"Pero con un mayor uso de energía, incluso un rápido crecimiento de las renovables no se traduce en una rápida reducción de las emisiones de CO2", dijo Dave Jones del grupo de expertos Ember.
En octubre, los líderes del G20, cuyas economías representan tres cuartas partes de las emisiones globales, reafirmaron que están dispuestos a alejarse de los combustibles fósiles.
Pero la brecha entre lo que los países dicen y lo que hacen es significativa, dijo Anne Olhoff, coautora de un informe crítico de la ONU publicado en octubre.
En el último año, solo un país, Madagascar, ha anunciado políticas climáticas más estrictas, según el informe.
"Si observamos la acción y la ambición, no ha pasado mucho a nivel global desde el informe del año pasado", dijo Olhoff.
Los países enfrentan presión para detallar qué pasos concretos están tomando para reducir el uso de combustibles fósiles en sus próximos planes climáticos nacionales, que deben presentarse a principios de 2025.
Mientras tanto, las temperaturas globales siguen aumentando, desatando impactos devastadores en personas y ecosistemas.
N.Tornincasa--IM