Las negociaciones sobre las finanzas del clima dejan en el aire una cifra concreta, según un borrador
El último borrador de un acuerdo climático de la ONU, publicado el martes, reduce las opciones para aumentar la financiación a los países más pobres, pero deja sin resolver la espinosa cuestión de cuánto deberían recibir.
Las casi 200 naciones convocadas a la COP29 de noviembre en Bakú buscan establecer un nuevo objetivo de financiamiento para reemplazar los 100.000 millones de dólares anuales que los países ricos prometieron para ayudar al mundo en desarrollo a enfrentar el calentamiento global.
Ese objetivo expira en 2025 y se considera muy por debajo de lo que las naciones más vulnerables al clima necesitan para prepararse para el futuro y reducir sus propias emisiones que calientan el planeta.
Los países donantes ricos, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, han acordado seguir proporcionando financiación climática, pero han rechazado demandas de 1 billón de dólares anuales o más.
Aún no han hecho una oferta, pero los anfitriones de la COP29, Azerbaiyán, indicaron el lunes que cientos de miles de millones de dólares en dinero público serían un objetivo "realista".
El último borrador del acuerdo de financiación, publicado por la secretaría climática de la ONU, refina una versión anterior al proponer tres vías distintas, pero deja muchos aspectos sin resolver.
La primera opción presenta el acuerdo buscado por los países en desarrollo: que los países ricos e industrializados, los más responsables del cambio climático hasta la fecha, paguen con sus presupuestos.
Esto implicaría pagos anuales de hasta 2 billones de dólares al año en "términos equivalentes a subvenciones" durante un periodo no especificado, según el borrador.
La segunda opción "anima" a otros países a compartir la carga, una demanda clave de los países desarrollados, especialmente de aquellos que enfrentan presiones políticas y presupuestarias internas.
Esta propuesta pide que "todas las fuentes" de financiación, públicas y privadas, contribuyan.
La tercera opción propone una mezcla de las dos anteriores.
La cuestión de cuánto están dispuestos a pagar realmente los países ricos —no se ha presentado una cifra concreta durante meses de prolongadas negociaciones— sigue abierta.
La UE, el mayor contribuyente de financiación climática, anunció el lunes su posición negociadora para la COP29, pero no propuso una cantidad.
Sin embargo, indicó que "la financiación pública por sí sola no puede proporcionar los niveles de financiación necesarios" y que la inversión privada deberá constituir la mayor parte.
Azerbaiyán será el anfitrión de la cumbre COP29 entre el 11 y el 22 de noviembre en Bakú.
T.Abato--IM