Il Messaggiere - El exorbitado precio del tren empuja a volar de Londres a París a costa del clima

El exorbitado precio del tren empuja a volar de Londres a París a costa del clima
El exorbitado precio del tren empuja a volar de Londres a París a costa del clima / Foto: Stefano Rellandini - AFP/Archivos

El exorbitado precio del tren empuja a volar de Londres a París a costa del clima

"No puedo permitirme pagar el tren". Ante la gran diferencia de precios, son muchos quienes prefieren la opción más barata y viajar en avión entre Londres y París, aunque sea más contaminante.

Tamaño del texto:

"Es ridículo tomar el avión para un desplazamiento así", reconoce Sabia Mokeddem, una francesa que vive en Londres, aunque admite hacerlo.

La mujer se queja de "los precios prohibitivos" del Eurostar, nombre que han adoptado popularmente los trenes de alta velocidad que en poco más de dos horas enlazan Londres y París, idéntico al de la compañía que explota la línea.

"Cuando pienso en todo el carbono que emito por un vuelo tan corto... Pero no puedo permitirme pagar el tren", añade esta mujer de 27 años.

Sabia Mokkeden insiste en que pagaría un poco más por tomar el Eurostar, porque "es mejor para el planeta" y le gusta más el tren, pero la diferencia de precio es demasiado grande.

La mujer explica que encuentra sin problema vuelos a 40 euros (43,5 dólares).

Lucy Kelly, una irlandesa de 30 años que vive en París, toma el tren a Londres cuando puede reservar con mucha antelación.

"De este modo, podemos encontrar viajes de ida y vuelta por 110 euros (120 dólares), que es razonable, aunque siga siendo más caro que el avión", afirma.

"Pero si compras el billete de tren a última hora, los precios pueden ser una locura", añade.

Un viaje de ida y vuelta en tren entre París y Londres puede alcanzar los 350 euros (381 dólares), sobre todo en horas punta o en fines de semana o vacaciones.

En noviembre, explica, tomó el avión para ir Londres y "era cuatro veces más barato".

Lucy Kelly es consciente del estrés y los problemas de transporte para llegar al aeropuerto, pero asegura que probablemente volverá a tomar el avión.

"El tren debería estar subvencionado para que la gente se anime a tomarlo en lugar del avión", afirma.

- Efecto Brexit -

Ante el requerimiento de la AFP, Eurostar no quiso comunicar el precio medio del billete ni si ha aumentado en los últimos años, como afirman muchos viajeros.

Según la compañía, no se pueden comparar tarifas de tren y de avión, al tener que añadirse en los vuelos los costes de traslados al aeropuerto y de equipaje, mientras que los niños de hasta 4 años viajan gratis en sus trenes.

Eurostar dice haber transportado a 7 millones de personas el año pasado entre Londres y París, frente a los casi 2 millones que viajaron en avión en los doce meses anteriores a octubre de 2023, según la empresa especializada Cirium.

Según François Le Doze, director comercial de Eurostar, "la gente compra primero los billetes de tren", por lo que se llenan "antes que los aviones", lo que puede explicar un aumento más rápido de los precios.

También reconoce que el poder adquisitivo relativamente alto de parisinos o londinenses hace que "estos viajes se valoren al precio que la gente está dispuesta a pagar".

La compañía afirma que quiere aumentar el volumen de pasajeros, lo que podría contribuir a bajar los precios.

Le Doze explica también que "es muy caro hacer operar" estos trenes, debido a "los costes de estaciones, infraestructuras, uso de las líneas ferroviarias, energía, personal y costes de financiación".

- Competencia -

La oenegé Greenpeace se ha movilizado en el tema de los costes.

"Los gobiernos han creado condiciones regulatorias desiguales que benefician a los transportes más contaminantes", denuncia.

"Deberíamos hacer pagar impuestos a los viajes aéreos a un nivel que refleje el daño que causan al clima", añade.

Greenpeace destaca que las aerolíneas no pagan impuestos por el queroseno, sin embargo, según la oenegé, los aviones emiten cinco veces más gases de efecto invernadero que los trenes.

Eurostar estima en su favor que se produce un 90% menos de emisiones de CO2 con el tren.

Tomar este medio de transporte entre Londres y París en vacaciones cuesta más del doble que el avión, según Greenpeace.

Ante los precios del Eurostar, los usuarios esperan que surja competencia en la línea.

Desde su creación en 1994, varias empresas anunciaron su intención de competir con Eurostar, sin nada concreto hasta ahora.

E.Mancini--IM