Colombia perdió 123.000 hectáreas de bosque en 2022, la cifra más baja en nueve años
Colombia perdió 123.517 hectáreas de árboles en 2022, la cifra más baja de deforestación desde 2013, aunque la Amazonía sigue siendo la región con más bosques arrasados, informó este miércoles el gobierno.
"En los últimos años es la cifra más baja" y representa una "reducción de 50.500 hectáreas (29%) con respecto al año 2021", dijo en rueda de prensa la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
Uno de los países más biodiversos del mundo según la ONU, Colombia no registraba una cifra similar desde 2013, cuando 116.128 hectáreas de árboles fueron taladas.
Aunque el gobierno se instaló a inicios de agosto del año pasado, Muhamad aseguró que la reducción obedece a un "cambio de estrategia" liderada por el presidente Gustavo Petro.
El mandatario izquierdista busca poner freno a la deforestación aumentando la presencia estatal y de la fuerza pública en regiones donde operan mafias que acaban con la vegetación para abrir espacio a la ganadería, mantener narcocultivos o vender la madera.
Petro también es defensor de hacer acuerdos de protección de la selva con las comunidades a cambio de grandes sumas de dinero, que el gobierno espera obtener de la cooperación internacional.
El antecesor de Petro, Iván Duque (2018-2022), se enfocó en una estrategia de presión militar que los activistas consideran un fracaso.
Los principales núcleos de la actividad continúan siendo los departamentos amazónicos del Guaviare, Meta (sur) y Putumayo (suroeste), y la región de las Sabanas del Yarí, todos bastiones de los grupos armados que se mantienen activos en esos territorios tras del desarme de la guerrilla de las FARC, en 2017.
Uno de los lugares más amenazados es la Serranía del Chiribiteque, un paraíso que sirve como hogar de comunidades indígenas que fue reconocido por la Unesco como patrimonio cultural y natural.
Muhamad agregó que las organizaciones al margen de la ley siguen siendo los mayores responsables de la destrucción del medioambiente, junto a narcotraficantes y acaparadores de tierra para la ganadería.
"Realmente son unas cadenas (criminales) complejas, amplias, que van desde las grandes ciudades hasta las pequeñas veredas (zonas rurales) donde terminan generándose estos crímenes ambientales", explicó.
"Son inversionistas en el crimen que van moviéndose de una economía a otra de acuerdo a lo que sea más rentable", agregó.
El sábado, en la ciudad colombiana de Leticia, Petro y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, junto a representantes de otros seis países que componen del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), se comprometieron a promover medidas urgentes para preservar la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021, Colombia se comprometió a reducir a cero las hectáreas destruidas para 2030.
A.Bruno--IM