Margarita, Federico, María, Christian, los protagonistas de la sucesión real en Dinamarca
La abdicación de la reina Margarita II tras más de medio siglo en el trono de Dinamarca y la entronización de su hijo Federico abrirán el domingo una nueva etapa en la Casa de Glücksburg, una rama de la dinastía de los Oldemburgo, al frente del país nórdico desde 1448.
Christian, hijo de Federico y la princesa María, una plebeya oriunda de Australia, se convertirá a su vez en heredero de una monarquía que se perpetúa desde la época de los vikingos, en el siglo X.
- Margarita II, una reina popular -
Margarita II, de 83 años, ha logrado conservar su popularidad y modernizar la imagen de la monarquía a lo largo de sus 52 años de reinado.
El 14 de enero de 1972, cuando murió su padre Federico IX, se convirtió en la primera mujer en ascender al trono danés.
El 31 de diciembre, en su tradicional discurso de Año Nuevo, anunció que abdicaría el 14 de enero, en favor de su hijo, el príncipe heredero Federico.
Los daneses, favorables en un 80% a la monarquía, aprobaron masivamente su imprevista decisión.
Hasta 1953, la Constitución danesa prohibía coronar a una mujer, pero esa disposición se cambió mediante un referéndum.
Margarita II habla varias lenguas, estudió en Cambridge y la Sorbona y es conocida entre otras cosas por sus dibujos y pinturas, que ilustran varias obras, entre ellas una edición de 2002 de "El Señor de los Anillos".
Viuda desde 2018, la reina, fumadora empedernida y madre de dos hijos, apodada cariñosamente "Daisy", ha ayudado a modernizar gradualmente la monarquía.
"Permaneceré en el trono hasta que caiga de él", había dicho, pero una operación de la espalda en febrero pasado le hizo cambiar de opinión, según explicó.
- Federico, un defensor de la causa climática -
El príncipe Federico, de 55 años, que se convertirá en rey de Dinamarca con el nombre de Federico X, encarna una monarquía milenaria que ha sabido modernizarse.
"Cuando llegue el momento, pilotaré el barco", aseguró en 2022.
Es un apasionado de la causa climática y se ha impuesto a la sombra de su madre, convirtiéndose en representante de Dinamarca y de sus propuestas en materia de ecología.
Fue un adolescente solitario y atormentado, que reprochaba a sus padres que lo descuidaran para cumplir con sus obligaciones. En los años 90 le apasionaban los coches, la velocidad y los clubes nocturnos y se lo consideraba como un príncipe mimado.
Habla francés por su padre, el diplomático francés Henri de Monpezat, y también inglés y alemán.
Se graduó en ciencias políticas por la Universidad de Aarhus y tuvo formación militar, lo que le ganó el favor de sus futuros súbditos. También se distinguió por participar en una expedición de esquí en Groenlandia, donde recorrió 3.500 km en cuatro meses.
"No quiero encerrarme en una fortaleza, quiero ser yo mismo, un ser humano", dijo el futuro rey.
En 2004 se casó con Mary, una plebeya australiana a quien había conocido en un bar de Sídney durante los Juegos Olímpicos de 2000. la pareja tiene cuatro hijos, de entre 11 y 18 años.
- María, de Tasmania al trono danés -
Mary Donaldson nació en Hobart, en el estado australiano de Tasmania, el 5 de febrero de 1972. Es la menor de cuatro hijos de un académico escocés que emigró a Australia.
Trabajaba como publicista cuando conoció al futuro rey en el bar Slip Inn en Sídney en 2000.
"No fue solo el amor, sino la sensación de haber conocido a un alma gemela", contó el príncipe Federico al diario Kristeligt Dagblad.
Solo más tarde, Mary descubrió que el joven, entonces de 34 años, era el príncipe heredero de Dinamarca y que sus amigos eran miembros de familias reales europeas.
Se casaron el 14 de mayo de 2004 en la catedral de Copenhague, donde la novia fue conducida al altar por su padre con una falda escocesa.
A su llegada al país escandinavo de 5,9 millones de habitantes, la futura reina María, actualmente de 51 años, impresionó por su capacidad para aprender rápidamente el idioma, considerado difícil. Y también conquistó a su suegra.
María y Federico, deportistas, amantes de la música pop y del arte, son una pareja moderna, según el historiador Sebastian Olden-Jorgensen, y trataron de dar a sus cuatro hijos una educación lo más normal posible, enviándolos a escuelas públicas.
- Christian, el nuevo príncipe heredero -
Aficionado a los deportes y en particular al fútbol, el príncipe Christian, que acaba de cumplir 18 años, se convertirá el domingo en el nuevo heredero de la corona danesa.
Pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia protegido de los medios, que respetan su privacidad. Pero cuando su padre sea rey estará mucho más expuesto.
Christian, el mayor de cuatro hermanos, tuvo una infancia lo más "normal" posible y sus padres lo inscribieron en una guardería pública por primera vez en la historia de la monarquía danesa.
Ahora estudia en una escuela secundaria pública donde aspira a aprobar su bachillerato a fines de año. Aunque no sabe cuáles serán sus próximos pasos, es probable que haga primero el servicio militar, como su padre.
En noviembre, juró lealtad a la Constitución danesa y firmó un documento que también le permite asumir el papel de regente si su padre estuviera ausente o no pudiera gobernar.
"Voy a dar todo lo que tengo y voy a aprender todo lo que pueda", agregó, prometiendo "no la perfección (...), pero sí la dedicación".
R.Abate--IM