Rezos y asuetos en el sudeste de Asia, agobiado por una ola de calor
La ola de calor que agobia el sudeste asiático llevó a algunos países como Filipinas a ordenar el cierre de escuelas y a algunas poblaciones, como la de Bangladés, a orar para invocar la lluvia.
Abril, en el inicio de la primavera, es uno de los meses más calurosos en esta parte del mundo ante que comience la temporada de monzones, pero este año, las temperaturas rozan récords debido al fenómeno climático El Niño, que corresponde a un calentamiento de una gran parte del Pacífico tropical.
El impacto de las olas de calor es cada vez mayor en Asia, señaló esta semana la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Este miércoles las autoridades filipinas aconsejaron a la población quedarse en sus casas.
"Hace tanto calor que no podemos respirar", señaló Erlin Tumaron, de 60 años, que trabaja en una estación balnearia del norte de Filipinas, en donde la sensación térmica -que además de la temperatura toma en cuenta la humedad y el viento- alcanzó el martes los 47 ºC.
Además, cerca de 7.000 escuelas suspendieron las clases presenciales.
- Trabajadores exhaustos -
El informe de la OMM sobre el estado del clima en Asia 2023 advierte que los principales indicadores del cambio climático se aceleraron, como la temperatura de la superficie, el retroceso de los glaciares y la subida del nivel del mar.
Estos cambios tendrán graves consecuencias en las sociedades, economías y ecosistemas de la región.
En Tailandia, las autoridades capitalinas pidieron a los habitantes quedarse en sus casas, debido a un índice de calor que tacharon de "extremamente peligroso".
"Absténganse de pasar tiempo afuera", instó la municipalidad de Bangkok, donde se prevé que el termómetro suba hasta los 39 ºC.
Y lo peor está por venir. Las temperaturas podrían trepar aún más en esta enorme y turística metrópolis de 10 millones de habitantes,.
Muchas personas que trabajan en las calles - como los repartidores o los vendedores de comida - intentan mantenerse bajo la sombra e hidratarse constantemente para soportar las condiciones, agravadas por la contaminación atmosférica.
"A veces siento que me voy a desmayar, pero no me queda más remedio", dijo Boonsri Waenkaew, conductor de mototaxi.
- Orar para que llueva -
En Bangladés, miles de fieles musulmanes fueron a las mezquitas a orar para que llueva. En el campo, las escuelas se mantienen cerradas hasta finales de mes.
"Rezar para que llueva es una tradición de nuestro profeta", dijo a AFP Muhammad Abu Yusuf, un imán, tras su oración matinal ante un millar de fieles en el centro de Daka. "La vida se ha vuelto insoportable por la falta de lluvia", subrayó.
Las temperaturas en el país alcanzaron más de 42 °C la semana pasada. Según los servicios meteorológicos, las temperaturas de esta semana en la capital fueron entre 4 y 5 grados centígrados superiores a la media de los últimos 30 años en el mismo periodo.
"Este mes de abril ha sido uno de los más calurosos desde la independencia" en 1971, aseguró el meteorólogo Tariful Newaz Kabir.
Los hospitales del distrito costero meridional de Patuakhali señalaron brotes locales de diarrea debido al aumento de las temperaturas y a la mayor salinidad de las fuentes de agua locales, dijo el médico Bhupen Chandra Mondal.
Para él, "todo esto está relacionado con el cambio climático".
L.Bernardi--IM