Florida inicia una legislatura marcada por las batallas culturales de DeSantis
El Congreso de Florida, de mayoría republicana, iniciará este martes una nueva legislatura en la que debatirá varias leyes enmarcadas en las batallas culturales del gobernador Ron DeSantis, al que muchos conservadores estadounidenses esperan ver como candidato a la Casa Blanca en 2024.
La estrella ascendente de los republicanos ha impulsado en las últimas semanas propuestas legislativas con las que busca extender su guerra contra políticos demócratas, empresas y profesores a los que acusa de querer imponer su ideología progresista "woke" a los demás.
Durante la sesión legislativa de 60 días, los parlamentarios estudiarán, entre otros asuntos, una ley para prohibir los programas sobre diversidad e igualdad en las universidades públicas y otra para facilitar que las figuras públicas puedan denunciar a los medios de comunicación por difamación.
También leerán un proyecto para extender una controvertida ley educativa aprobada el año pasado: aquella que prohibió la enseñanza de asuntos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género en escuelas primarias.
De aprobarse, la iniciativa se aplicará hasta los alumnos del octavo grado (de entre 12 y 13 años) en lugar del tercer grado (ocho y nueve años). El nuevo texto prohíbe además atribuir a un alumno "un pronombre que no se corresponde con su sexo" al considerar que "el sexo de una persona es un rasgo biológico inmutable".
- Un apoyo infalible -
Como sucedió en 2022, se espera que todas esas propuestas se conviertan en ley. DeSantis tiene el apoyo infalible del Congreso estatal, que la ha permitido convertir a Florida en un laboratorio para políticas conservadoras y en una gran plataforma para su promoción política.
El gobernador de 44 años goza de un enorme ascendente sobre su partido y su poder se ha visto reforzado tras su contundente reelección frente al demócrata Charlie Crist con casi el 60% de los votos en noviembre.
"Los proyectos de ley que [DeSantis] nos pide aprobar durante la legislatura son cosas de las que hemos hablado durante años sin tener el valor de hacerlas. Él lo tiene", declaró el mes pasado la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo. "Vamos a llevar su agenda hasta la línea de meta".
Las iniciativas de DeSantis sobre educación, a las que se suman otras como una propuesta para permitir a los floridanos llevar armas ocultas sin permiso ni formación, le permitirán sin duda mantener el aplauso de los votantes más conservadores.
También le garantizarán conservar la amplia cobertura mediática que ha recibido desde la pandemia de covid-19, cuando su oposición a las políticas sanitarias del presidente Joe Biden lo convirtió en uno de los republicanos más populares.
Una ayuda bienvenida para él en un momento en el que pocos dudan de su intención de postularse como candidato republicano a la Casa Blanca el próximo año, con el expresidente Donald Trump como mayor adversario.
DeSantis, que se resiste a sumarse a la carrera presidencial, ha empezado a recorrer Estados Unidos para presentar su segundo libro de memorias publicado el 28 de febrero: "The Courage to Be Free: Florida's Blueprint for America's Revival" (La valentía de ser libre: el proyecto de Florida para el renacimiento de Estados Unidos).
El domingo, en uno de esos actos en California, defendió las políticas aplicadas en lo que le gusta llamar "el estado libre de Florida" frente a las imposiciones que atribuye a los demócratas.
"Hemos sido testigos de un gran éxodo estadounidense desde estados gobernados por políticos de izquierdas que imponen ideologías de izquierdas y ofrecen malos resultados", dijo DeSantis en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, unos 70 km al oeste de Los Ángeles.
Los últimos datos del censo estadounidense le dan la razón y muestran que cientos de miles de habitantes abandonaron estados de mayoría demócrata como California y Nueva York.
"Y se pueden ver enormes ganancias [de población] en estados como Florida, que están gobernando de acuerdo con los principios probados y verdaderos que el presidente Reagan (1981-1989) apreciaba", añadió.
S.Carlevaro--IM