

Atraco a Kim Kardashian, la crónica del "robo del siglo"
Una banda de "abuelos ladrones" bien informados sobre la agenda de Kim Kardashian robó en minutos diez millones de dólares en joyas a la estrella de la telerrealidad estadounidense en su habitación de un hotel en París en 2016. Esta es la crónica del llamado "robo del siglo".
La noche del 2 de octubre, Kim Kardashian asistió al desfile de Givenchy por la Semana de la Moda de París, y volvió a su hotel con amigos hacia la medianoche. Su guardaespaldas estaba ausente, ya que acompañó a su hermana Kourtney y a su asistente a una discoteca.
Poco después, en la madrugada, los amigos de Kim Kardashian se van y ella sube a su habitación, en la planta de arriba de este apartamento del lujoso hotel exclusivo y discreto, conocido como "No Address" ("Sin dirección"), escondido detrás de una gran puerta roja, a dos pasos de la iglesia de la Madeleine.
Kardashian escuchó un ruido en las escaleras y pensó que se trata de su hermana y su asistente. Los saludó de lejos, sin respuesta.
En ese momento, pensó que algo no iba bien y trató de llamar a su guardaespaldas, pero era demasiado tarde: dos hombres encapuchados irrumpieron en su habitación.
Los atracadores, experimentados ladrones de unos sesenta años, según la acusación, llegaron unos minutos antes andando y en bicicleta.
La lujosa residencia donde se alojó Kardashian era conocida entre los famosos por su discreción absoluta: no tiene una fachada reconocible ni página web.
Pero, la puerta principal estaba a menudo abierta y sus cámaras de seguridad apagadas para una mayor intimidad, varios elementos combinados para crear un asombroso fallo de seguridad.
El vigilante esa noche no sospechó al ver a un grupo de hombres presentarse en la puerta vestidos con uniforme y gorra de policía.
"¿Están aquí otra vez por la coca?", preguntó, como relató después uno de los asaltantes.
Los ladrones apuntaron al recepcionista con una pistola y le obligaron a arrodillarse. "¿La esposa del rapero?", le preguntaron, en referencia a Kanye West, entonces marido de Kardashian.
- "¡Anillo, anillo!" -
Amarrado y bajo amenazas, el recepcionista llevó a dos de los hombres al apartamento de la famosa, al que entraron a punta de pistola. Kardashian estaba en bata, con su teléfono.
Los asaltantes le pusieron una pistola en la sien y uno de ellos, según el relato de Kardashian a la policía, se dirigió a ella en inglés con "un fuerte acento francés" y le dice "ring, ring!" ("¡Anillo, anillo!").
La influyente señaló la mesita de noche donde estaba su alianza, un anillo con un enorme diamante valorado en cuatro millones de dólares, que Kardashian solía exhibir en las redes sociales.
La estrella de las redes sociales, que entonces tenía 35 años, estaba aterrada, "histérica", afirmó. Pensó que se trataba de "terroristas" que querían secuestrar y tuvo miedo de morir, de ser violada, después de que se le abriera su bata cuando uno de los hombres la tumbó en la cama para atarle los pies y las manos.
Amarrada y con la boca tapada con cinta adhesiva, vio cómo los ladrones registraron la habitación, hasta encontrar un cofre de Louis Vuitton lleno de collares, pulseras y pendientes y relojes Rolex de oro y 1.000 dólares en su bolso.
En total, un botín estimado en diez millones de dólares, el mayor robo a un individuo en Francia de los últimos veinte años.
Los ladrones la encerraron en el baño. Después, huyeron cuando vieron en el teléfono de la estrella una llamada de su guardaespaldas, alertado por la estilista de Kardashian que dormía en la planta baja y oyó ruido.
Kardashian logró desatarse y el guardaespaldas, que llegó raudamente, llamó a la policía sobre las 03H15.
"Pensé que iba a morir, me estaba preparando para cuando fuesen a dispararme y matarme", relató después la estrella. "Estos diez minutos cambiaron realmente toda mi vida", añadió.
Los atracadores se fueron como vinieron, andando o en bicicleta, con chalecos reflectantes. Identificados principalmente por ADN, fueron detenidos tres meses después en una gran operación policial.
Kardashian, muy traumatizada, abandonó París al amanecer.
C.Abatescianni--IM