Roman Abramovich y el Chelsea, alcanzados por las sanciones británicas tras la invasión de Ucrania
Roman Abramovich, propietario del Chelsea FC, fue incluido el jueves entre los multimillonarios rusos sancionados por el gobierno británico debido a la invasión de Ucrania, lo que impide la venta del club campeón de Europa que, sin embargo, podrá seguir jugando.
Estas sanciones, que el Reino Unido ya ha aplicado a más de 200 personas y entidades por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin, comprenden congelación de bienes, prohibición de realizar transacciones con particulares y empresas británicas e imposibilidad de viajar al país.
"Los oligarcas y los cleptócratas no tienen cabida en nuestra economía ni en nuestra sociedad", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
"Con sus estrechos vínculos con Putin, son cómplices de su agresión", agregó, al anunciar una nueva lista de siete sancionados que además de Abramovich incluye a su exsocio comercial Oleg Deripaska, al director general de Rosneft, Ígor Sechin, y al jefe de Gazprom, Alexéi Miller.
Completan la lista los directivos del banco VTB, Andréi Kostin, de la empresa de distribución de hidrocarburos Transneft, Nikolái Tókarev, y del Banco Rossiya, Dmitri Lebedev.
"En vista del importante impacto que las sanciones de hoy tendrían en el Chelsea Football Club y de las posibles repercusiones", el ejecutivo de Boris Johnson publicó al mismo tiempo "una licencia para permitir que una serie de actividades relacionadas con el fútbol continúen".
Así, el Chelsea, que va tercero en la Premier League por detrás del Manchester City y el Liverpool, podrá seguir disputando partidos, pagar los sueldos de sus empleados --jugadores y entrenadores incluidos--, impuestos y facturas relacionadas con su mantenimiento, costes de viaje y traspasos de futbolistas previamente acordados.
La licencia no incluye sin embargo nuevos traspasos de futbolistas, la venta de nuevas entradas ni de artículos de merchandising por el club que en 2021 ganó su segunda Champions League.
Martyn Hardiman, un aficionado de 29 años, estaba con su hijo de dos años, Peter, cuando el personal cerró la tienda en el londinense Stamford Bridge.
"Fuimos a la tienda del club y todavía estaba abierta y, cuando entramos, cerraron la puerta detrás nuestro y pusieron carteles que decían: 'Estamos cerrados debido a las sanciones'", explicó.
"Subimos, cogimos la camiseta y resultó ser la última venta de camisetas de la época actual, aparentemente. Fue un momento surrealista, pero un trozo de historia genial", agregó.
- Suspensión de patrocinio -
Como consecuencia de las sanciones, el operador de telefonía Three anunció que suspendía su patrocinio. Y pidió al equipo "la supresión de nuestra marca de las camisetas y las cercanías del estadio hasta nueva orden".
Denunciando las restricciones a sus operaciones diarias, el club solicitó entablar conversaciones con el gobierno para que modifique la licencia y poder "operar con la mayor normalidad posible".
De momento, precisó la Premier League, su partido contra el Norwich City debía disputarse como previsto el jueves por la noche.
El ejecutivo británico valoró en 9.400 millones de libras (12.300 millones de dólares, 11.200 millones de euros) la fortuna de Abramovich, que tiene una mansión de 15 habitaciones en un lujoso barrio de Londres, media docena de yates -el mayor de ellos de 162 metros de eslora- y es el principal accionista del gigante del acero Evraz.
Las acciones del grupo cayeron un 12% en la bolsa de Londres el jueves antes de que su cotización fuera suspendida para "proteger a los inversores a la espera de clarificación sobre el impacto de las sanciones".
Tras forjar su fortuna en los hidrocarburos, en 2005 Abramovich vendió su participación de 73% en la petrolera rusa Sibneft al titán estatal del gas Gazprom por 9.870 millones de libras, según el gobierno británico.
Y "es uno de los pocos oligarcas de la década de 1990 que mantiene su prominencia bajo el mandato de Putin", agregó, subrayando que "ninguno de nuestros aliados ha sancionado aún a Abramovich".
Temiendo verse incluido en la lista de afectados por las sanciones británicas, Abramovich había anunciado la semana pasada que ponía a la venta el célebre club del oeste de Londres, del que es propietario desde hace 19 años.
"La venta del club no se hará de manera precipitada", había asegurado sobre el equipo que compró en 2003 por 140 millones de libras y esperaba vender por 3.000 millones tras haber realizado enormes inversiones.
Precisó que no pediría el reembolso de los préstamos que concedió al club, estimados en 1.500 millones de libras, y que el "producto neto" de su venta iría destinado a "todas las víctimas de la guerra en Ucrania".
Según la prensa británica, un consorcio dirigido por el hombre de negocios estadounidense Todd Boehly y el magnate suizo Hansjorg Wyss ya había presentado una oferta. Los multimillonarios estadounidense Josh Harris y turco Mushin Bayrak también estarían interesados.
J.Romagnoli--IM