Golpe de autoridad del líder Van Aert en la cuarta etapa del Tour
Autor de un magistral golpe de autoridad, el belga Wout van Aert se adjudicó la cuarta etapa del Tour de Francia, este martes en Calais, y reforzó su maillot amarillo de líder la víspera de atacar los adoquines de la París-Roubaix.
"No quería tomar riesgos al esprint, más vale llegar solo", comentó sonriente Van Aert. El belga, corredor todo terreno, había terminado las tres primeras etapas en segundo puesto, en Dinamarca, en la contrarreloj y en los dos esprints.
Para firmar su séptima victoria de etapa en el Tour, Van Aert, de 27 años, utilizó la fuerza colectiva de su equipo en el Cap Blanc-Nez, la última subida del recorrido.
A once kilómetros de meta, nadie pudo aguantar su ritmo en esta espectacular rampa cercana a acantilados.
El golpe estaba "premeditado", reconoció su compañero Christophe Laporte. El francés fue tercero en la etapa por detrás del belga Jasper Philipsen, quien creyó brevemente haber ganado, al no haber visto la escapada de Van Aert.
- Repentino y brutal -
Lanzado por sus compañeros (van Hooydonck, Benoot), Van Aert hizo la criba en unos hectómetros empinados.
"Hice lo que pude por seguirle pero no fui capaz", reconoció el británico Adam Yates, que fue el último en mantener el contacto en compañía del danés Jonas Vingegaard, compañero de Van Aert.
El ataque, repentino y brutal, dio una pequeña muestra de las fuerzas en el seno de dos equipos con varios líderes capaces de desestabilizar al vigente campeón, el esloveno Tadej Pogacar. Vingegaard pareció más cómodo que su compañero esloveno Primoz Roglic en el Jumbo. Adam Yates, el primero en el Ineos ya en la contrarreloj inaugural, estuvo más reactivo que el galés Geraint Thomas y que el colombiano Daniel Martínez.
"Cuando supimos por la radio que había daños fui a fondo hasta el alto", confesó Van Aert para explicar su final vertiginoso y su resistencia a un pelotón lanzado en su persecución.
- Día de gran tensión -
Con las bonificaciones, el belga elevó su ventaja en la general a 25 segundos sobre su compatriota Yves Lampaert antes de la etapa del pavés, que en teoría va mejor a sus características. Prueba de ello es el segundo puesto de 'WVA', tres veces campeón del mundo e ciclocrós, en la última París-Roubaix.
El equipo Jumbo aseguró sin embargo que la prioridad son sus corredores para la clasificación general. "Wout estará a su servicio", repitió en varias ocasiones la formación neerlandesa, que busca combinar varias ambiciones, el maillot verde para Van Aert y también el maillot amarillo.
El miércoles "es un día de gran tensión el que nos espera", reconoce Vincent Lavenu, director del equipo AG2R Citroën, cuyo jefe de filas, el australiano Ben O'Connor (cuarto del Tour 2021), es inexperto en el pavés.
Los organizadores han dispuesto 19,4 kilómetros de pavés repartidos en once sectores casi íntegramente en la segunda mitad del recorrido de 157 kilómetros por el norte de Francia.
"De los once pasos de pavés, cuatro están presentes a menudo en la París-Roubaix", indicó el director de carrera Thierry Gouvenou. "Los más largos fueron situados al final. Son también los más técnicos".
A.Goretti--IM