En un Liverpool con los colores de Ucrania, Eurovisión mezcla alegría y pesar
Liverpool, que acoge el festival de Eurovisión en nombre de Ucrania, se engalanó de azul y amarillo. Pero entre los ucranianos presentes, el sentimiento de gratitud y la calidez de la celebración van acompañados del pesar por no poder organizarlo en casa.
"Hay una organización maravillosa", dice la diseñadora ucraniana Liudmyla Kaminski, ante su estand en el recinto de Eurovisión, contenta de ver los colores de su país invadir esta ciudad del norte de Inglaterra. "Significa mucho", dice.
Al igual que las muestras de cariño, como cuando alguien le dijo "¿puedo darle un abrazo?" al entrar en un comercio y el personal comprendió que era ucraniana.
La joven, que viajó desde Ucrania especialmente para Eurovisión, vende bufandas con mensajes como "Ucrania es mi superpotencia" o "Creía que sabía lo que era el coraje, entonces vi Ucrania".
En un puesto cercano, Mariya Suant, diseñadora de moda de 26 años, dice que no deja de preguntarse cómo sería si el célebre concurso de la canción se hubiese organizado en Ucrania, país vencedor en 2022.
Aunque lamenta que el certamen no pueda celebrarse allí, le reconfortan las muestras de apoyo desplegadas por toda la ciudad.
"Estoy muy agradecida a Liverpool, al Reino Unido, por acogernos", afirma, "supercontenta de ver banderas ucranianas por todas partes".
Pero también un monumento del centro de la ciudad que fue cubierto con sacos de arena. "Representa lo que tenemos en nuestras ciudades" para intentar proteger las estatuas, explica. "Es muy conmovedor", añade esta joven nacida en Mariúpol que vive en el Reino Unido desde hace diez años.
Esa ciudad del sur de Ucrania, conquistada por Moscú tras ser devastada por los bombardeos, es la protagonista de la canción "Heart of Steel", del grupo ucraniano Tvorchi.
"No creo que podamos ganar todos los años", afirma Suant, "pero tienen muchas posibilidades de quedar entre los cinco primeros".
- Orgullosos y agradecidos -
Subcampeón el año pasado, el Reino Unido ofreció acoger la final de Eurovisión en nombre de Ucrania, a la que el conflicto impidió organizar el festival.
En cuanto Liverpool fue designada como sede del concurso, la rama local de la Asociación de Ucranianos en Gran Bretaña fue invitada a participar, afirma su presidente, el padre Taras Khomych.
"Nos alegra ver que Liverpool se ha tomado las cosas muy en serio, y no sólo Liverpool, el Reino Unido en general", afirma.
"Este concurso es la representación del apoyo que no sólo el Reino Unido, sino toda Europa ha ofrecido a Ucrania", añade Liudmyla Martin-Roberts, vicepresidenta de la rama local de la asociación.
Esta edición del festival de Eurovisión "es una celebración de la calidez y la ayuda que se ha prestado a Ucrania", asegura.
Algunos de los ucranianos, que según Martin-Roberts son unos mil en Liverpool, participan en la organización.
"Envían fotos a sus familias para decirles: 'miren, es increíble lo que está pasando aquí, así es Liverpool'", explica, "y para dar las gracias a la comunidad europea".
Pero más de un año después del inicio de la invasión rusa, la celebración tiene "un sabor amargo", agrega.
"Al principio creo que había sentimientos encontrados porque la gente dudaba. ¿Debemos festejar cuando tantos ucranianos están muriendo? Pero al mismo tiempo, con Eurovisión podemos llevar nuestra bandera bien alta", explica Khomych.
Eurovisión servirá para "recordar al mundo la tragedia que está teniendo lugar en Ucrania", "pero también para subrayar la solidaridad con Ucrania que Europa está mostrando a través de este concurso", añade, esperando que la atención que recibe su país "no se apague".
I.Barone--IM