La familia real británica respira gracias al acuerdo entre Andrés y Virginia Giuffre
El acuerdo anunciado este martes entre el príncipe Andrés y Virginia Giuffre, la estadounidense que lo acusó de agresión sexual, permite a la familia real "pasar página" y preservar la imagen de la monarquía, el año en que Isabel II celebra su jubileo de platino.
Tercer hijo de la reina, Andrés, de 61 años, se vio un tiempo bajo la amenaza de una demanda civil en Estados Unidos.
Pero esta se desvance ahora con el anuncio de un acuerdo extrajudicial entre el duque de York y Giuffre, de 38 años, exvíctima del multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, que demandaba al príncipe por abusos sexuales cuando ella tenía 17 años, algo que él siempre ha negado.
Según Penny Junor, experta en la familia real británica, ahora la monarquía podrá pasar página.
"Si Andrés deja de atraer la atención, si su nombre ya no aparece en los periódicos (...) creo que la familia puede pasar a otra cosa" y "todo el mundo puede seguir adelante", dice a la AFP.
Para preservar la monarquía, Isabel II ya había tomado medidas, privando el mes pasado a Andrés, durante mucho tiempo presentado como su "hijo predilecto", de sus honores militares y todas sus funciones oficiales.
Bajo la presión de los militares, el duque de York, que ya no puede utilizar su título de Alteza Real, también fue despojado de sus títulos militares, sumando una nueva humillación.
Ya estaba alejado de la escena pública desde una calamitosa entrevista televisiva en 2019, cuando le preguntaron por su amistad con Epstein y no mostró ningún arrepentimiento o empatía por las víctimas del estadounidense y negó haber participado en sus abusos.
- "Bueno para la familia" -
Junor considera que el acuerdo anunciado el martes es "bueno para la familia", pero señala que "significa, por supuesto, que nunca sabremos si Andrés es inocente o culpable".
"Y significa, en mi opinión, que nunca podrá volver a tener ningún tipo de función real", agrega.
Desaparecida ahora la amenaza de un juicio, la familia real puede desviar la atención de la prensa hacia su campaña de comunicación por el Jubileo de Platino, las celebraciones en 2022 de los 70 años de reinado de Isabel II.
Durante cuatro días a principios de junio están previstos en todo el país festejos en honor de la reina, de 95 años, con un desfile militar, un concierto en Londres, un concurso de postres, miles de comidas de barrio y mucho más.
Este es un año crucial para reavivar el amor de la población hacia una familia real recientemente sacudida por varios escándalos como la marcha del príncipe Enrique y su esposa Meghan a Estados Unidos, desde donde lanzaron acusaciones de racismo.
La reina, cuya salud se debilitó en octubre, cede cada vez más responsabilidades a su hijo mayor, Carlos, de 73 años.
Preparando su sucesión, recientemente expresó su deseo de que la esposa del heredero, Camila, se convierta en reina consorte tras su muerte.
Isabel II llegó al trono con 25 años, el 6 de febrero de 1952, el mismo día en que su padre, el rey Jorge VI, al que estaba muy unida, murió de cáncer de pulmón a los 56 años.
Desde entonces, ha capeado las crisis sin inmutarse y conservando su popularidad.
Pero no es inmune a un nuevo escándalo que pueda aguar la fiesta, como las posibles acusaciones en un libro que Enrique tiene previsto publicar este año.
El diario sensacionalista The Mirror citó recientemente a amigos del príncipe según los cuales este libro "sacudirá la monarquía".
Junor espera que "este año la atención se centre en la reina y sus logros, no en otros miembros de la familia". "Espero que Enrique y Megan se mantengan callados en Estados Unidos y no hagan nada polémico o perturbador en este año de celebraciones para la reina", concluye.
S.Carlevaro--IM