

El "trabajo noble" de los crematorios budistas tras el terremoto de Birmania
El bebé nació después del terremoto de Birmania y dos días después fue entregado a las llamas del ritual crematorio budista, sin que su familia pudiera darle un nombre.
La madre embarazada fue derribada por la fuerza del sismo mientras trabajaba en un arrozal, contó la abuela Khin Myo Swe, y dio a luz al día siguiente.
El bebé fue llevado a un hospital de Mandalay para ser incubado pero murió el lunes.
"Estamos viviendo con dificultades", lamentó Khin Myo Swe mientras un socorrista llevaba el pequeño cuerpo ante una estatua de Buda decorada con flores, y luego al crematorio.
Tras el terremoto de magnitud 7,7 en el centro de Birmania, el saldo mortal alcanzó 2.056 y se teme que hay más cadáveres entre los restos de los edificios devastados en la segunda ciudad del país.
Desde el sismo del viernes, las ambulancias han trasladado restos humanos al crematorio del barrio Kyar Ni Kan, en las afueras de Mandalay.
- Heridos y muertos -
Unos 300 cadáveres han sido llevados al crematorio, cuyos empleados debieron trabajar seis horas más que su horario habitual.
Un vehículo llega aceleradamente. Sus ocupantes dicen que llevan al cuerpo de una joven de 16 años que murió en el terremoto.
El fardo de tela que depositaron ante el crematorio es más pequeño que una típica adolescente, y uno de los hombres da arcadas al volver a su vehículo.
Nay Htet Lin, jefe de otro equipo de cuatro hombres que ha llevado unos 80 cuerpos desde el sismo, declaró: "El primer día del terremoto ayudamos a los heridos a llegar al hospital (...) El segundo día solo cargamos cadáveres".
- Fuego depurador -
La cremación es un componente central de la fe budista, cuyos adherentes creen que libera al alma del cuerpo y facilita el renacimiento en una nueva vida.
En algunas culturas asiáticas, quienes lidian con los muertos son considerados personas al margen de la sociedad.
Pero para Nay Htet Lin, se trata de un "trabajo noble".
"Estamos haciendo lo que otros no pueden", declaró a AFP. "Tendremos una buena próxima vida".
Un funcionario con 15 años en el crematorio no se arrepiente de su opción laboral, pese a que ha sido testigo de mucha angustia.
"Todos vienen aquí con sentimientos de tristeza, con su sufrimiento", comentó el hombre de 43 años, quien pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa.
- Ofrendas -
Muchos de los equipos de rescate se han enfocado en la parte urbana de Mandalay, donde complejos de apartamentos se derrumbaron, un centro budista colapsó y hoteles quedaron en ruinas.
En algunos sitios predomina un olor a cuerpos en descomposición.
El nieto de Khin Myo Swe fue el cuerpo número 39 llevado el lunes. Ella comentó que la madre no había sido informada de la muerte de su bebé.
La cremación de un adulto cuesta menos de 3 dólares y la mitad de eso para un niño.
"Tuve que mentirle a mi hija, le dije que llevé al bebé al hospital", admitió Khin Myo Swe, de 49 años.
"Si le digo la verdad, temo que la conmoción también la va a matar".
"Enviaré alimentos al monasterio como ofrenda para el alma del bebé", expresó.
S.Rovigatti--IM