Il Messaggiere - El papa Francisco se levanta y puede trabajar en su séptimo día hospitalizado

El papa Francisco se levanta y puede trabajar en su séptimo día hospitalizado
El papa Francisco se levanta y puede trabajar en su séptimo día hospitalizado / Foto: Ted Aljibe - AFP

El papa Francisco se levanta y puede trabajar en su séptimo día hospitalizado

El papa Francisco, hospitalizado desde la semana pasada por una neumonía en ambos pulmones, se levantó e intentó trabajar, indicó este jueves la Santa Sede, una señal de que va "por buen camino" para algunos cardenales.

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"La noche fue tranquila, el papa se levantó y desayunó en un sillón", precisó el Vaticano en un breve comunicado matutino.

Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis el viernes pasado pero, el martes, la Santa Sede anunció que padecía una neumonía bilateral.

Fuentes del Vaticano afirmaron, no obstante, que pese a su enfermedad el papa se sigue manteniendo informado e intentando trabajar, leyendo y firmando documentos, escribiendo y hablando con sus colaboradores.

El miércoles, la Santa Sede indicó que los análisis de sangre mostraban "una leve mejoría".

El anuncio de que el papa sufre una neumonía --una infección del tejido pulmonar, potencialmente mortal-- reavivó la preocupación por la salud del líder de la Iglesia católica. Este diagnóstico es complicado, ya que al jesuita argentino le extirparon el lóbulo pulmonar derecho cuando era joven.

La inquietud sobre la salud del papa fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.

"Por lo que he leído y he podido captar, parece que va mucho mejor", aseguró el cardenal español Juan José Omella. "Vamos a ver cómo reacciona a los medicamentos. Pero vamos, creo que hay esperanza", dijo a los periodistas.

El pontífice no ha recibido oficialmente a ningún cardenal en el hospital, pero el miércoles lo visitó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aseguró que estaba "alerta y receptivo" y que no había perdido "su famoso sentido del humor".

"Todos estamos preocupados por el papa", declaró el cardenal Matteo Maria Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

El hecho de que esté comiendo, leyendo los diarios y reuniéndose con gente "significa que vamos por buen camino hacia una recuperación completa, que esperamos que se produzca pronto", agregó.

- Incertidumbre -

Una fuente del Vaticano indicó el miércoles que el papa podía levantarse y sentarse en un sillón. Respira sin asistencia mecánica, pero no se descarta que la utilice, por momentos.

El papa canceló sus compromisos previstos esta semana, incluyendo una audiencia el sábado y la misa del domingo en la basílica de San Pedro.

Pero todavía no se sabe si pronunciará el Ángelus a mediodía después de la misa del domingo, que estará oficiada por un cardenal.

Según François Mabille, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris), y director del Observatorio Geopolítico de lo Religioso, el Vaticano se encuentra ahora en "una especie de limbo".

"Tenemos un papa que está enfermo, pero que está vivo, que puede hablar. Hay una incertidumbre que debilita al papa y a la Santa Sede, que es saber qué será de su estado de salud", declaró a AFP.

"Por supuesto que hay preocupación, es normal", dijo el cardenal francés Jean-Marc Aveline al margen de una rueda de prensa en Roma. Pero el papa es "un luchador en todos los ámbitos" y "alguien que reza mucho".

- Llamados a la oración -

Frente al hospital Gemelli, multitud de fieles se acercaron para encender velas con el rostro de Francisco, en señal de apoyo, y la Iglesia invitó a todos los católicos del mundo a orar por su salud.

En la plaza de San Pedro del Vaticano, Suzanna Munteanu, una turista rumana, dijo este jueves que está preocupada por Francisco pero que "confía" en que saldrá adelante.

"Amo a este papa [...] Para mí es muy querido, especialmente porque se preocupa por la gente pobre, y espero que se recupere muy pronto", declaró.

Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos años, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla de ruedas, operaciones o infecciones respiratorias, Jorge Bergoglio ha mantenido una cargada agenda y declaró que no tiene intención de bajar el ritmo.

La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, cargado de eventos, muchos de ellos presididos por el papa.

Antes de su ingreso el viernes, se le vio en varias apariciones públicas debilitado, con el rostro hinchado, la voz entrecortada y había delegado en sus asistentes más de una vez la lectura de sus discursos.

A.Bruno--IM