Il Messaggiere - El papa Francisco, hospitalizado, se levanta y puede trabajar tras "una noche tranquila"

El papa Francisco, hospitalizado, se levanta y puede trabajar tras "una noche tranquila"
El papa Francisco, hospitalizado, se levanta y puede trabajar tras "una noche tranquila" / Foto: Ted Aljibe - AFP

El papa Francisco, hospitalizado, se levanta y puede trabajar tras "una noche tranquila"

El papa Francisco, hospitalizado desde la semana pasada por una neumonía en ambos pulmones, pasó una "noche tranquila" y se levantó e intentó trabajar, indicó este jueves la Santa Sede, un día después de informar de una leve mejoría en su estado de salud.

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"La noche fue tranquila, el papa se levantó y desayunó en un sillón", precisó el Vaticano en un breve comunicado matutino.

Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis el viernes pasado pero, el martes, la Santa Sede anunció que padecía una neumonía bilateral.

Fuentes del Vaticano afirmaron, no obstante, que pese a su enfermedad el papa se sigue manteniendo informado e intentando trabajar, leyendo y firmando documentos, escribiendo y hablando con sus colaboradores.

El miércoles, la Santa Sede indicó que "los análisis de sangre, examinados por el personal médico, muestran una leve mejoría, en particular los indicadores" de inflamación.

El anuncio de que el papa sufre una neumonía --una infección del tejido pulmonar, potencialmente mortal-- reavivó la preocupación por la salud del líder de la Iglesia católica. Este diagnóstico es complicado, ya que al jesuita argentino le extirparon el lóbulo pulmonar derecho cuando era joven.

La inquietud sobre la salud del papa fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.

Sus colaboradores más cercanos y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo visitaron el miércoles.

Según la mandataria, que estuvo con él unos veinte minutos, el papa estaba "alerta y receptivo". Meloni afirmó que incluso "bromeó" con él. "No ha perdido su famoso sentido del humor", aseguró la dirigente ultraderechista.

- Incertidumbre -

Una fuente del Vaticano indicó el miércoles que el papa podía levantarse y sentarse en un sillón. Respira sin asistencia mecánica, pero no se descarta que la utilice, por momentos.

El papa canceló sus compromisos previstos esta semana, incluyendo una audiencia el sábado y la misa del domingo en la basílica de San Pedro.

Pero todavía no se sabe si pronunciará el Ángelus a mediodía después de la misa del domingo, que estará oficiada por un cardenal.

"Todavía no sabemos cómo se hará", dijo este jueves el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.

Según François Mabille, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris), y director del Observatorio Geopolítico de lo Religioso, el Vaticano se encuentra ahora en "una especie de limbo".

"Tenemos un papa que está enfermo, pero que está vivo, que puede hablar. Hay una incertidumbre que debilita al papa y a la Santa Sede, que es saber qué será de su estado de salud", declaró a AFP.

- Llamados a la oración -

Frente al hospital Gemelli, multitud de fieles se han acercado para encender velas con el rostro de Francisco, en señal de apoyo, y la Iglesia invitó a todos los católicos del mundo a orar por la salud del papa.

En la plaza de San Pedro del Vaticano, Suzanna Munteanu, una turista rumana, dijo este jueves que está preocupada por Francisco pero que "confía" en que saldrá adelante.

"Amo a este papa [...] Para mí es muy querido, especialmente porque se preocupa por la gente pobre, y espero que se recupere muy pronto", declaró.

Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos años, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla de ruedas, operaciones o infecciones respiratorias, Jorge Bergoglio ha mantenido una cargada agenda y declaró que no tiene intención de bajar el ritmo. Sus médicos insisten en que tendría que frenar un poco sus actividades.

La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, lo que implica una larga lista de eventos, muchos de ellos presididos por el papa.

Antes de su ingreso el viernes, se le vio en varias apariciones públicas debilitado, con el rostro hinchado, la voz entrecortada y había delegado en sus asistentes más de una vez la lectura de sus discursos. En 2023, estuvo hospitalizado tres días por una bronquitis.

J.Romagnoli--IM