El presidente francés intenta restaurar la calma en disturbios de Nueva Caledonia
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó el jueves temprano al territorio de Nueva Caledonia para intentar restaurar la calma "lo antes posible" tras nueve días de disturbios que han causado seis muertos y cientos de heridos en este archipiélago del Pacífico.
Casi un año después de su último viaje allí, en julio de 2023, el avión presidencial aterrizó sobre las 21H20 GMT del miércoles (08H20 locales del jueves) en la capital Numea, donde el dirigente debe reunirse con políticos y empresarios locales.
La repentina decisión de Macron de viajar a este archipiélago francés situado a unos 17.000 kilómetros muestra la gravedad con la que el gobierno francés ve la crisis en este territorio colonizado por Francia a mediados del siglo XIX.
Solo salir de su avión, Macron dijo que su objetivo era "estar al lado de la población para que haya lo antes posible el regreso a la paz, a la calma, a la seguridad". "Esa es la prioridad absoluta", afirmó el presidente.
Una reforma del censo electoral en Nueva Caledonia, que el gobierno quiere ver aprobada por el Parlamento francés para finales de junio, reavivó las tensiones entre los pobladores originarios canacos, principalmente independentistas, y los habitantes leales a Francia.
París mandó de refuerzo unos 3.000 efectivos de seguridad para contener los disturbios que dejaron un panorama de coches y escuelas calcinadas y comercios y negocios saqueados. Desde su estallido el 13 de mayo, la policía detuvo a 269 personas, dijeron las autoridades.
En uno de sus primeros actos en el archipiélago, Macron guardó un minuto de silencio por los fallecidos en estos altercados, entre ellos dos gendarmes, y aseguró que los refuerzos de seguridad se quedarán "tanto tiempo como sea necesario".
- "Complicada relación con historia colonial" -
Durante su visita, Macron planea "escuchar, hablar y mantener conversaciones" con los responsables políticos y funcionarios de Nueva Caledonia, dijo a la AFP en París un asesor presidencial que pidió el anonimato.
El mandatario también tiene previsto establecer una misión compuesta por tres altos funcionarios, que permanecerá en el lugar "el tiempo que sea necesario" y "tendrá como objetivo propiciar el diálogo político", declaró el miércoles el primer ministro, Gabriel Attal, ante el Senado.
Los disturbios más fuertes en cuatro décadas se desencadenaron por el plan del gobierno francés de ampliar el derecho de voto en las elecciones provinciales a quienes lleven viviendo en el territorio al menos 10 años.
Muchos canacos, que constituyen alrededor del 40% de la población, temen que esta reforma diluya su influencia en las instituciones caledonias, pero los habitantes contrarios a la independencia quieren que se apruebe.
"La situación es terriblemente triste y peligrosa", dijo el exprimer ministro francés Edouard Philippe, para quien Francia "tiene la oportunidad de encontrar una solución original" a su "complicada relación con su historia colonial".
El gobierno francés expresó su inquietud por la injerencia extranjera en la crisis --acusando a Azerbaiyán de provocar problemas-- y el las autoridades de Nueva Caledonia declararon que detuvieron un ciberataque "sin precedentes" contra un proveedor de internet local.
- "Mintieron a nuestros ancestros" -
El envío de refuerzos policiales no ha frenado del todo la violencia, aunque los disturbios han perdido intensidad en este popular destino de vacaciones a unos 1.200 kilómetros de las costas del este de Australia.
Al comienzo de la crisis, Francia impuso un toque de queda nocturno, prohibió las reuniones públicas y la venta de alcohol, bloqueó el uso de TikTok y decretó un estado de emergencia que, según Macron, no se prorrogará si todas las partes desmantelan las barricadas.
Los separatistas canacos, algunos enmascarados, siguen bloqueando improvisadamente las carreteras, incluso la principal vía de acceso al aeropuerto internacional, constataron periodistas de la AFP.
"Mintieron a nuestros ancestros, mintieron a nuestros mayores con los distintos acuerdos que se firmaron (...) Estamos hartos de que no nos reconozcan", aseguró Yamel, entre la maleza invadida por el acre olor a plástico quemado de un almacén calcinado.
La voz de los canacos "no se escucha, no se oye", afirmó por su parte Mike, de 52 años, en una barricada improvisada al norte de la capital caledonia.
Los atrapados turistas han comenzado a huir. Australia y Nueva Zelanda enviaron el martes un primer convoy de aviones militares al pequeño aeropuerto caledonio de Magenta para repatriar a "unas 100 personas", según las autoridades francesas locales.
"Cuando aterrizamos, fue como: '¡Gracias a dios, ya estamos aquí!'", dijo Mary Hatten, que pasó una semana refugiada en un hotel de Numea, tras llegar a la ciudad australiana de Brisbane.
Se prevén más vuelos hasta que el principal aeropuerto internacional de Nueva Caledonia reabra sus pistas a los vuelos comerciales, lo que el operador espera que ocurra el sábado por la mañana.
bur-djw-as-tjc/zm/hgs/dbh/dga
P.Rossi--IM