Karim Khan, un fiscal pragmático y resistente a las críticas en la CPI
Cuando Karim Khan juró el cargo de fiscal jefe de la Corte Penal Internacional en 2021 pidió que lo juzgaran por sus actos: "El árbol se conoce por sus frutos".
Casi tres años después, su petición de órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y dirigentes del movimiento palestino Hamás demuestra que no rehuye la controversia.
El año pasado, el alto tribunal emitió una orden de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, que supuso la inclusión de Khan en una lista de personas buscadas por Rusia.
La trayectoria de este abogado británico de 54 años está salpicada de polémicas, como su defensa del expresidente de Liberia Charles Taylor de las acusaciones de crímenes de guerra en Sierra Leona.
Khan también se implicó en otros casos de relevancia internacional, como la defensa del presidente keniano William Ruto en un caso de crímenes contra la humanidad finalmente desestimado por la CPI o su trabajo por Seif al Islam, hijo del difunto dirigente libio Muamar el Gadafi.
Intervenir en todos los bandos de la sala de audiencias ayuda a los abogados a mantener "los pies en el suelo", declaró Khan a la publicación especializada OpinioJuris.
Esto evita también "actitudes corrosivas, como pensar que el abogado de la defensa es la encarnación del diablo o que como fiscal llevas a cabo 'la obra de Dios'", añadió.
Pocos meses después de asumir la fiscalía de la CPI descartó como prioridad en la carpeta de Afganistán la investigación de los crímenes imputados a las fuerzas estadounidenses para concentrarse en los achacados a los grupos islamistas.
La decisión, que justificó por sus "recursos limitados", provocó la ira de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Criticado también por no haber actuado con suficiente celeridad para impedir atrocidades en Gaza, Khan dio un golpe de efecto el lunes al pedir al tribunal órdenes de arresto contra dirigentes del gobierno israelí y del movimiento Hamás.
Netanyahu tachó la decisión de "un escándalo moral de proporciones históricas". Y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, también afectado, afirmó que era "despreciable".
Antes de dar el paso, altos responsables del Partido Republicano estadounidense escribieron una carta amenazando a Khan y a su familia con una prohibición de entrada al país norteamericano.
"No nos vamos a dejar influenciar" por las amenazas, públicas o privadas, declaró a la cadena estadounidense CNN.
"No es una caza de brujas (...) Es un proceso forense que se espera de nosotros como fiscales internacionales", insistió.
- "Valentía" -
Nacido en Escocia, Khan estudió en una escuela privada en el norte de Reino Unido antes de formarse en derecho en el King's College de Londres.
Se curtió en derecho internacional entre 1997 y 2000 como parte de los tribunales por crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia y Ruanda.
Luego representó a los supervivientes y las familias de las víctimas del régimen de los Jemeres Rojos de Camboya en los 1970 ante un tribunal respaldado por la ONU.
También trabajó en el tribunal especial para Líbano creado en La Haya para llevar a la justicia a los asesinos del primer ministro libanés Rafic Hariri en 2005.
El jurado de selección de la CPI lo describió como un "comunicador carismático y elocuente, bien consciente de sus logros".
En sus discursos demuestra franqueza y un gran dominio de la retórica, salpimentada con toques de humor británico.
Miembro de la Comunidad Ahmadía, una corriente musulmana minoritaria, a menudo usa la expresión "inshallah" (si Dios lo quiere) en sus discursos.
"Karim Khan parece ser un abogado pragmático, lo que yo respeto", declara a la AFP Melanie O'Brien, profesor invitada en derecho internacional en la Universidad de Minnesota.
Su función requiere "cierta valentía, porque el fiscal sabe que se va encontrar frente a gente que no está de acuerdo con él y que no están de acuerdo con la corte en general", añade.
"Es muy peligroso sucumbir al clamor popular. Es muy importante seguir las pruebas", dijo Khan a la AFP en una entrevista en 2022.
Hay mucho en juego: "Si no aplicamos la ley de forma equitativa, nos vamos a desintegrar como especie", afirmó a la CNN.
E.Colombo--IM