El independentista catalán Puigdemont deja Bélgica y se traslada al sur de Francia
El independentista catalán Carles Puigdemont dejó Bélgica tras casi siete años para instalarse en el sur de Francia de cara a la campaña para las elecciones regionales de mayo, en las que es candidato, y a un eventual regreso a España cuando se apruebe la ley de amnistía, explicaron fuentes de su partido.
Puigdemont, quien se instaló en Bélgica para eludir a la justicia española tras el fracaso de la tentativa separatista que lideró en 2017, se trasladó a vivir a la zona del Vallespir -en el sur de Francia, muy cerca de la frontera con España-, señalaron a la AFP fuentes de su partido, Juntos per Catalunya, bajo anonimato.
La intención de Puigdemont, todavía requerido por la justicia española y con riesgo de detención en caso de regreso, es realizar la campaña desde esa zona muy próxima a Cataluña, y que este sea un paso previo a su retorno a España, agregaron esas fuentes.
En un acto celebrado hace dos semanas, también el sur de Francia, Puigdemont anunció su intención de volver a concurrir a las elecciones regionales y aseguró que regresaría a España en caso de tener posibilidades de ser elegido presidente catalán por el Parlamento regional.
"Si hay una mayoría parlamentaria que me propone para ser candidato a la investidura, dejaré el exilio definitivamente ese día para asistir al pleno del Parlamento", afirmó Puigdemont, quien hasta el sorpresivo adelanto electoral pensaba buscar su reelección como eurodiputado.
Este sábado tiene otro acto de precampaña previsto en la misma localidad, en Elna, en el sur de Francia.
Esta es la tercera vez que Puigdemont es candidato a unas elecciones catalanas desde que se refugió en Bélgica, pero en las dos anteriores no llegó a ocupar su escaño porque hubiera sido detenido.
El actual presidente catalán, el independentista moderado Pere Aragonès, dio la sorpresa el mes pasado y convocó elecciones anticipadas en esta región del noreste español para el 12 de mayo.
La decisión se anunció en la víspera de que los diputados españoles aprobaran un proyecto de ley de amnistía para los separatistas catalanes, que ahora se encuentra en un complejo trámite en el Senado, pero que debería obtener la luz verde definitiva en unos dos meses, abriendo la puerta, entre otros, para un regreso de Puigdemont.
Sobre él pesa una orden de detención nacional, pero no europea, porque la justicia española decidió no reactivarla hasta que la europea resuelva definitivamente algunos recursos.
Nombrado presidente catalán en 2016, el político separatista estuvo al frente de la tentativa de secesión del año siguiente, una de las peores crisis políticas de la España contemporánea.
Tras la fallida declaración unilateral de independencia, huyó a Bélgica y fue elegido eurodiputado en las últimas elecciones europeas.
T.Zangari--IM