El Congreso de los Diputados español prorroga el plazo para discutir la ley de amnistía
La Mesa del Congreso de los Diputados español concedió este martes una prórroga de dos semanas para que el Partido Socialista de Pedro Sánchez pueda seguir negociando la polémica ley de amnistía con los independentistas catalanes antes de que deba someterse de nuevo a votación.
La extensión da margen al ejecutivo progresista de Sánchez para llegar a un acuerdo con Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña, JxCat), después de que la formación del líder separatista Carles Puigdemont sorprendiera votando en contra de la primera propuesta, rechazada en el pleno del Congreso de los Diputados el 30 de enero.
El texto regresó después a la comisión de Justicia del Congreso, que debía emitir un nuevo dictamen antes del 21 de febrero. Con la nueva prórroga, solicitada por los socialistas, el plazo se extiende ahora hasta el 7 de marzo. El nuevo texto deberá después ser debatido y votado por los diputados.
Desconfiado tras las recientes decisiones de algunos magistrados, Junts exige que se modifique el texto para evitar que dos posibles causas judiciales, una por terrorismo y otra por alta traición, impidan que la amnistía beneficie a Puigdemont, instalado en Bélgica desde hace más de seis años para eludir a la justicia española.
Estas peticiones fueron desestimadas en un principio por los socialistas, que mantienen, sin embargo, el optimismo por llegar a un acuerdo que desbloquee el trámite de una ley que causa una gran división en el país.
"El acuerdo no era fácil, porque si no la ley hubiera salido en el primer momento", reconoció este martes la vicepresidenta primera del gobierno, María Jesús Montero, en la radio Cadena Ser.
"Los elementos que nos separan (...) son los que tenemos que desarrollar a lo largo de estos días, y ojalá lleguemos (...) a ese acuerdo, que yo estoy convencida de que terminará saliendo", agregó.
El proyecto de ley para amnistiar a cientos de independentistas procesados por su implicación en el intento de secesión de Cataluña en 2017, una de las peores crisis de la España contemporánea, ha estado en el centro del debate político español desde las legislativas de julio pasado.
Esta amnistía era la condición indispensable impuesta por los partidos separatistas a cambio de dar su apoyo a la reelección de Sánchez, quien perdió las elecciones por detrás del candidato conservador Alberto Núñez Feijóo, pero logró articular una compleja mayoría en un parlamento muy fragmentado.
H.Giordano--IM