Multitudinaria marcha en Francia contra multiplicación de actos antisemitas
Miles de personas manifestaron este domingo contra el antisemitismo en Francia, donde los actos hostiles hacia los judíos se dispararon en el último mes por el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.
"Soy judía y francesa. ¿Todavía es posible?", rezaba una pancarta portada por una mujer en la céntrica plaza de los Invalidos de París, donde arrancó en la tarde la marcha en la capital detrás de la pancarta: "Por la República, contra el antisemitismo".
Cánticos antisemitas en el metro de París, insultos en la calle y en redes sociales, escupitajos contra judíos, pintadas,... Francia, que acoge la mayor comunidad judía de Europa, informó de más de 1.000 actos antisemitas desde el 7 de octubre.
Las protestas tuvieron lugar en todo el país. "Dentro de diez años será demasiado tarde. Los judíos nos necesitan a todos los franceses, poco importa la religión o los orígenes", dijo a AFP Antonin Mayran durante la marcha de Estraburgo (noreste).
El 7 de octubre, comandos de Hamás mataron a más de 1.200 personas en Israel, según las autoridades, que respondieron con bombardeos contra la Franja de Gaza que costaron la vida a más de 11.000, de acuerdo con el gobierno del movimiento islamista. En ambos casos, la mayoría de víctimas fueron civiles.
Y a cada recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio, Francia, donde viven también millones de musulmanes, se convierte en una caja de resonancia de la tensión. Además, cuarenta franceses murieron en el ataque de Hamás, y algunos seguirían como rehenes.
Para "enviar un mensaje claro de que Francia no acepta el antisemitismo", la presidenta de la Asamblea Nacional (cámara baja), Yaël Braun-Pivet, y su par del Senado (cámara alta), Gérard Larcher, convocaron la "gran marcha" de este domingo.
"Una Francia donde nuestros conciudadanos judíos tienen miedo no es Francia", dijo en una carta el presidente francés, Emmanuel Macron, quien rechazó participar en una marcha no exenta de polémica, al defender su papel de "construir la unidad del país".
- Polémica presencia de la ultraderecha -
La comunidad judía en Europa sigue marcada por el Holocausto perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El canciller alemán, Olaf Scholz, prometió el jueves proteger a los judíos y no tolerar "nunca más" el antisemitismo.
Sin embargo, la marcha organizada por Braun-Pivet y Larcher levantó polémica por la presencia del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), heredero del Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen, famoso por sus comentarios antisemitas.
"Estamos exactamente donde tenemos que estar", dijo su hija y actual líder de RN, Marine Le Pen, quien días atrás aseguró haberse "separado" del pasado de su padre y reiteró su "apoyo" a los franceses de "confesión judía".
Jóvenes del grupo judío de izquierdas Golem intentó impedir la participación de la extrema derecha en la manifestación de París, antes de que interviniera la policía. Más allá de este momento de tensión, la marcha discurrió en calma.
Para la especialista en ultraderecha y antisemitismo Nonna Mayer, Marine Le Pen, que lanzó en 2011 una estrategia para aparecer como menos extremista, rompió con el "antisemitismo" de su padre, pero no así los seguidores de su formación.
"Este partido tiene una vieja tradición de antisemitismo, incluso si su enemigo principal es el inmigrante, el extranjero, el musulmán", aseguró al diario Le Monde Mayer, para quien Le Pen "instrumentaliza" esta lucha con fines políticos.
Aunque la manifestación buscaba mostrar "unidad", el partido de Macron, así como ecologistas, comunistas y socialistas, rechazaron desfilar junto a la extrema derecha, por lo que el cortejo se dividió en varios tramos. La izquierda desfiló tras su propia pancarta.
Los presidentes del Parlamento bicameral, la primera ministra centrista Élisabeth Borne y expresidentes de Francia abrieron la marcha, junto al líder del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (Crif), Yonathan Arfi.
Además de Macron, el gran ausente fue el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), quien se negó a manifestar junto a la extrema derecha, en un contexto de críticas a su líder, Jean-Luc Mélenchon, por no calificar a Hamás de "terrorista".
I.Pesaro--IM