Nuevos cargos contra un congresista neoyorquino de origen brasileño
Un congresista republicano cuyas mentiras le han valido ocupar los titulares desde su elección el año pasado tendrá que responder por más cargos presentados este martes por fiscales federales.
George Santos, de 35 años e hijo de inmigrantes brasileños, se declaró no culpable en mayo de siete cargos de fraude electrónico, tres de blanqueo de capitales, uno de robo de fondo públicos y dos por declaraciones materialmente falsas a la Cámara de Representantes.
Los fiscales presentaron 10 cargos adicionales contra Santos el martes, incluyendo robo de identidad y dar falso testimonio a la Comisión Federal de Elecciones (FEC).
"Santos está acusado de robar la identidad de personas y de hacer cargos en las tarjetas de crédito de sus propios donantes sin su autorización, mentir a la FEC y, por extensión, al público sobre el estado financiero de su campaña", dijo el fiscal del distrito este de Nueva York, Breon Peace.
"Santos infló los recibos de campaña reportados con créditos inexistentes y con contribuciones que también fueron fabricadas o robadas", explicó Peace en un comunicado.
Santos debe comparecer en la corte el 27 de octubre y responder a las acusaciones.
Ya había admitido haber fabricado buena parte de su hoja de vida, incluyendo su nombre real o su religión -dijo ser judío- su escolaridad y su historial de empleo cuando se presentó el año pasado para un escaño de la Cámara de Representantes por partes de Long Island, Nueva York.
De acuerdo con la acusación inicial, Santos defraudó a donantes en su exitosa elección en noviembre de 2022 al transferir dinero a su propia cuenta y usarlo para pagar deudas personales y comprar ropa de diseñador.
También se le acusa de cobrar prestaciones por desempleo a las que no tenía derecho durante la pandemia de coronavirus, antes de su elección.
La fiscalía afirma que se embolsó 24.000 dólares en beneficios al tiempo que ganaba 120.000 dólares al año en una firma de inversiones con sede en Florida.
Otros representantes, tanto republicanos como demócratas le pidieron renunciar a su escaño, lo que ha rehusado hacer hasta ahora.
R.Abate--IM