Carrera contra reloj para encontrar supervivientes del sismo de Marruecos
Los equipos de rescate marroquíes, apoyados por refuerzos extranjeros, continúan el lunes sus esfuerzos para encontrar supervivientes y asistir a los cientos de personas cuyas casas quedaron arrasadas por el sismo que dejó más de 2.100 muertos.
Marruecos anunció el domingo por la noche que había respondido afirmativamente "en este momento" a los ofrecimientos de España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos de "enviar equipos de búsqueda y rescate".
Estos equipos se pusieron en contacto con sus homólogos en Marruecos para coordinar su trabajo, dijo el Ministerio de Interior en un comunicado.
España informó que había mandado a Marruecos 86 socorristas acompañados por perros de rastreo. Además, un vuelo humanitario de Catar despegó el domingo de la periferia de Doha, constató un periodista de la AFP.
El ministerio marroquí dijo que "si las necesidades evolucionan", pueden aceptar otras ofertas de ayuda.
Numerosos países como Francia, Estados Unidos o Israel se pusieron a disposición del reino norafricano después del terremoto que provocó 2.122 muertos y 2.421 heridos, según el último balance del domingo.
"Marruecos es un país soberano y le corresponde organizar las tareas de rescate", dijo la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, que anunció una ayuda de 5 millones de euros (5,36 millones de dólares) a las oenegés que se encuentran actualmente "en el terreno" en Marruecos.
A la espera del despliegue de nuevos equipos extranjeros, las autoridades marroquíes empezaron a levantar tiendas en la zona del Alto Atlas, donde pueblos enteros quedaron arrasados por la sacudida.
- Paisaje apocalíptico -
Socorristas, voluntarios y soldados trabajan para encontrar supervivientes y extraer cuerpos sin vida de los escombros, especialmente en los municipios de la provincia de Al Hauz, epicentro del sismo al sur de la turística ciudad de Marrakech.
En Tikht, un pequeño pueblo cerca de Adassil, un minarete y un puñado de casas de adobe aguantan como únicas supervivientes en un paisaje apocalíptico.
"La vida ha terminado aquí", lamenta Mohssin Aksum, un vecino de 33 años. "El pueblo está muerto".
Cerca suyo, las fuerzas de seguridad marroquíes cavan las tumbas para las víctimas o instalan tiendas amarillas para los supervivientes que se quedaron sin hogar.
El terremoto ocurrió el viernes por la noche. De una magnitud 7 según el centro marroquí para la investigación científica y técnica y 6,8 para los servicios geológicos estadounidenses, es el sismo más potente en golpear este país.
Ante la amplitud de la destrucción, brota la solidaridad en Marrakech, donde numerosos habitantes hicieron fila en los hospitales para donar sangre.
"Estamos recogiendo productos alimentarios para ayudar a las zonas afectadas por el temblor", declaró a la AFP Ibrahim Nachit, miembro de la organización Draw Smile, que prevé también enviar una "caravana médica" a los lugares más necesitados.
"Creo que las provisiones alimentarias recogidas hoy deberían poder mantener a al menos 100 familias durante una semana", dijo a su lado Abdeltif Razouki, vicepresidente de la asociación.
- "Fisuras importantes" -
La Cruz Roja Internacional advirtió de la importancia de la ayuda humanitaria que, según ellos, puede ser necesaria "durante meses o incluso años". Pero las primeras "24 o 48 horas (son) críticas", advirtió.
Además de las pérdidas humanas y materiales, el sismo afectó al patrimonio arquitectónico del reino. En la medina del barrio antiguo de Marrakech, los daños son impresionantes.
"Ya podemos decir que (los daños) son mucho más importantes de lo que esperábamos. Hemos visto fisuras importantes en el minarete de (la mezquita de) Kutubia, la estructura más emblemática, pero también ha quedado destruido casi completamente el minarete de la mezquita de Kharbouch" en la plaza Yamaa el Fna, sostuvo Eric Falt, director regional de la Oficina de la Unesco para el Magreb.
Es el terremoto más mortífero en golpear Marruecos desde el ocurrido en Agadir el 29 de febrero de 1960. Allí murieron casi 15.000 personas, un tercio de la población de esta ciudad en la costa oeste.
L.Bernardi--IM